Wednesday, April 28, 2010

Una entrevista con Richard Lamb

KC: Aquí estamos con un héroe británico, Richard Lamb, que ha viajado a muchas partes del Uruguay por razones diferentes. Tengo muchas preguntas para él sobre sus aventuras. ¿Richard, cómo estás?
RL: Muy bien. ¿Y tú?
KC: Muy bien, gracias. La primera pregunta concierne el cambio en tus sentimientos durante el viaje. ¿Cómo te sentías al principio de la aventura? ¿Estabas nervioso, tenías miedo porque toda la tierra era extraña para ti?
RL: Al principio, estaba muy, muy nervioso porque Paquíta y yo habíamos escapado ilegalmente de su papá en Buenos Aires, y no sabíamos si él estaba siguiéndonos. Pero con tiempo, cuando me marché de Montevideo, pude familiarizarme con la tierra y las costumbres de la gente. Toma tiempo para cada persona relatar su entorno. Ahora estoy muy cómodo con las personas de Uruguay y siento que soy uno de ellos.
KC: Y también, quiero hablar sobre el cambio de un hombre británico a un “gaucho”, como dices “uno de ellos”: la gente uruguaya. ¿Es verdad que crees que eres uno de ellos completamente?
RL: No sé si completamente, pero las personas que he encontrado son como partes de mi familia. La mayoría de la gente es muy hospitalaria y me ayudaron en cualquiera cosa que necesité. Por ejemplo: la comida, los caballos nuevos, una cama para dormir. Creo que forma parte de la cultura, es su carácter ser hospitalario especialmente con los extraños. Al principio, era un extranjero, con los puntos de vista del mundo muy estrechos. Era estrecho de miras. Con más y más contacto con la gente uruguaya, estas opiniones negativas cambiaron entre los que eran más iguales. Ahora, pienso que ellos son iguales a mi, y siento más aprecio por la tierra hermosa que existe en Uruguay.
KC: Muy bien. Escapaste con tu mujer a Montevideo por causa de las leyes en Argentina. Y entonces, viajaste por muchas semanas sin ella a su lado. Has conocido a muchas mujeres que creyeron que no tenías esposa, porque no les dijiste la verdad. Algunos dicen que estabas enamorado de ciertas mujeres, por ejemplo, de Dolores. Hablaste sobre su belleza y, a veces, es como que estabas en trance. ¿Richard, cómo se sentiría Dolores si ella hubiera sabido de las otras mujeres? ¿Durante tu viaje, habías olvidado a tu esposa? ¡Qué escandaloso!
RL: Espera, espera. Quiero decir que a mí me encanta Dolores con todo del corazón y nunca intencionalmente le quería causar dolor. Al mismo tiempo, hay muchas mujeres con la belleza exquisita y solamente las admiro por eso. Nunca quería casárseme con ellos. Creo que Paquíta no necesita saber sobre las otras porque le causaría mucha aflicción innecesaria.
KC: Pero, ahora no es importante porque no estás con Paquíta al momento. Después del viaje, cuando regresaste a Montevideo, Paquíta y tú habían decidido a volver a Buenos Aires para conocer a tu papá y confrontar sus faltas. Como consecuencia del “secuestro”, fuiste a la cárcel por muchos meses y estabas separado de la amante de tu vida. Ahora estás libre, pero sin Paquíta. ¿Valió la pena, cuando te escondiste en Uruguay y fuiste en una aventura, solamente para volver a la realidad y perder a tu esposa?
RL: Es difícil hablar sobre este tema, pero es necesario. Por siempre, ella será la amante de mi vida porque la quiero muchísimo. Y también, pienso que vale la pena porque aprendí sobre la gente y la cultura uruguaya; no quiero cambiar esta experiencia por nada. Al final del viaje, sentía que necesitaba aceptar la responsabilidad por la situación y confrontar a su papá. Sabía lo que me estaba reservado cuando regresé a Buenos Aires. No era un secreto. Pero, cuando estoy en Montevideo y extraño a Paquíta, voy a la colina que está encima de la ciudad, y pienso en su belleza y su corazón afectuoso. La quiero a Paquíta para siempre.
KC: Richard Lamb, muchísimas gracias por su tiempo.
RL: Igualmente.

No comments:

Post a Comment